Uso oral.
Zidovudina Aurobindo debe prescribirse por médicos con experiencia en el tratamiento de la infección por
VIH.
Dosis en adultos:
La dosis usual recomendada de Zidovudina Aurobindo en combinación con otros agentes antirretrovirales
es de 500 ó 600 mg/día divididos en dos o tres dosis.
Dosis en niños:
3 meses-12 años:
La dosis recomendada de zidovudina es de 360 a 480 mg/m2 al día, divididos en 3 ó 4 dosis en
combinación con otros agentes antirretrovirales. La dosis máxima no debe superar los 200 mg cada 6 horas.
<3 meses:
Los datos limitados de los que se dispone, resultan insuficientes para proponer recomendaciones de dosis
específicas.
Dosis en la prevención de la transmisión materno-fetal:
Las mujeres embarazadas (de más de 14 semanas de gestación) deberán recibir 500 mg/día por vía oral
(100 mg cinco veces al día) hasta el comienzo del parto. Durante todo el proceso del parto y fase expulsiva
se deberá administrar zidovudina por vía intravenosa a 2 mg/kg de peso corporal administrados durante una
hora, seguidos de una perfusión intravenosa continua a 1 mg/kg/hora hasta que se corte el cordón umbilical.
Los niños recién nacidos deberán recibir 2 mg/kg de peso corporal por vía oral cada 6 horas empezando en
las 12 horas siguientes al nacimiento y continuando hasta las 6 semanas de edad (por ejemplo, un neonato
de 3 kg requeriría una dosis de 0,6 ml de solución oral cada 6 horas). Los niños que no puedan recibir la
dosificación por vía oral deberán recibir zidovudina por vía intravenosa a 1,5 mg/kg de peso corporal
perfundido en periodos de 30 minutos cada 6 horas.
En caso de cesárea programada, la perfusión debe comenzar 4 horas antes de la operación.
En caso de que el parto no se hubiera iniciado realmente, debe interrumpirse la perfusión con zidovudina y
reiniciarse el tratamiento por vía oral.
Deberán tenerse en cuenta las directrices locales oficiales relativas a la administración de zidovudina a
recién nacidos de mujeres VIH positivas.
Ajustes de dosis en pacientes con reacciones adversas hematológicas:
Deberá considerarse la sustitución de zidovudina en pacientes cuyos niveles de hemoglobina o recuento de
neutrófilos disminuyan notablemente a valores clínicamente significativos. Deberán excluirse otras causas
potenciales de anemia o neutropenia. Deberá considerarse la reducción de la dosis o interrupción del
tratamiento con Zidovudina Aurobindo en ausencia de tratamientos alternativos.
Dosis en ancianos:
No se ha estudiado la farmacocinética de zidovudina en pacientes de más de 65 años y no se dispone de
datos específicos. Sin embargo, dado que se aconseja tener un cuidado especial en este grupo de pacientes a
causa de cambios relacionados con la edad como disminución de la función renal y alteraciones en los
parámetros hematológicos, se recomienda un control adecuado de estos pacientes antes y durante el uso de
Zidovudina Aurobindo.
Dosis en caso de insuficiencia renal:
En pacientes con insuficiencia renal grave, el aclaramiento aparente de zidovudina tras la administración
oral de zidovudina fue de, aproximadamente, el 50% del valor obtenido en individuos sanos con función
renal normal. Por lo tanto, se recomienda una reducción de dosis de 300-400 mg al día para pacientes con
insuficiencia renal grave con un aclaramiento de creatinina < 10 ml/min. Los parámetros hematológicos y
la respuesta clínica pueden influir sobre la necesidad de un ajuste de dosis posterior.
La hemodiálisis y la diálisis peritoneal no tienen efecto significativo sobre la eliminación de zidovudina,
mientras que la eliminación del metabolito glucurónido se ve aumentada. La dosis recomendada para
pacientes con enfermedad renal terminal mantenidos con hemodiálisis o diálisis peritoneal es de 100 mg
cada 6-8 horas (300 mg - 400 mg al día).
Dosis en caso de insuficiencia hepática:
Los datos de pacientes con cirrosis sugieren la posible acumulación de zidovudina en pacientes con
insuficiencia hepática debido a una disminución de la glucuronidación. Puede ser necesario reducir la dosis
pero, dada la amplia variabilidad en las exposiciones a zidovudina en pacientes con enfermedad hepática de
moderada a grave, no se pueden realizar recomendaciones precisas. Si no fuera factible la monitorización
de los niveles plasmáticos de zidovudina el médico necesitará controlar los signos de intolerancia, tales
como el desarrollo de reacciones adversas hematológicas (anemia, leucopenia, neutropenia) y reducir la
dosis y/o aumentar el intervalo entre dosis según sea apropiado.